domingo, 16 de julio de 2023

Nora da Neve

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En el corazón de la Denominación de Origen Rías Baixas, donde el Atlántico susurra entre vides y el río Miño traza su camino hacia el mar, se erige Viña Nora. Una bodega que, desde 1988, se ha dedicado a capturar la esencia de la variedad Albariño, expresando con maestría el carácter único de su terruño. Y dentro de su distinguida colección, emerge Nora da Neve, una invitación a descubrir la complejidad y la delicadeza que solo un Albariño de estas características puede ofrecer. Viña Nora se asienta en As Neves, un municipio fronterizo con Portugal, dentro de la subzona vitivinícola Condado do Tea. Esta ubicación privilegiada, asomada a una terraza natural sobre el río Miño, es clave para entender la singularidad de sus vinos. Permite una óptima exposición solar y una ventilación constante, factores decisivos para que la uva Albariño alcance una madurez fenólica excepcional. El secreto reside, en gran medida, en sus viñedos. La uva procede de parcelas con más de 30 años, ubicadas en suelos pobres en materia orgánica, mayormente arenosos o francos arenosos, salpicados de cantos rodados, y asentados sobre un lecho de roca granítica a distintas profundidades. Este sustrato, unido al clima atlántico con influencias continentales y la elevada humedad por la proximidad del Miño, exige un manejo meticuloso. La bodega opta por el sistema de conducción tradicional, el emparrado, que eleva las vides y las protege de las enfermedades fúngicas, a la vez que maximiza su exposición al sol. Es en estas condiciones donde la uva se nutre y concentra, adquiriendo los matices que luego definirán el vino. Nora da Neve es el resultado de un proceso de elaboración que fusiona tradición y vanguardia.

Se inicia con una maceración pelicular de la uva entera a temperatura de congelación durante 48 horas, una técnica que busca extraer al máximo los aromas y precursores aromáticos de la piel de la uva. Tras el prensado y el desfangado, el mosto fermenta en barricas de roble francés. Pero la singularidad de este vino se consolida con una crianza de siete meses en las mismas barricas, sobre sus lías, mediante la técnica del batonnage. Este proceso de remover las lías finas en suspensión aporta volumen, complejidad, y un carácter untuoso y delicado al vino. Al servir Nora da Neve, lo primero que cautiva es su color: un brillante amarillo dorado, que ya insinúa la nobleza de su crianza. En nariz, el vino se despliega con una elegancia y un poder de seducción notables. Su marcado carácter varietal Albariño se manifiesta a través de aromas a fruta madura, como la manzana y la pera, entrelazados con delicadas notas de flores blancas, destacando la camomila. A medida que el vino se abre, se perciben sutiles matices especiados, un eco discreto y bien integrado de su paso por barrica. En boca es carnoso, con una frescura vibrante que equilibra su estructura. Su recorrido es largo y persistente, invitando a la reflexión y permitiendo disfrutar de una gran complejidad de sabores y sensaciones. Es un vino que habla de su origen, de su elaboración cuidada y de la maestría de Viña Nora para crear un Albariño que va más allá de lo habitual. Con una producción limitada de 12.000 botellas de 0,75 litros, Nora da Neve es una experiencia, la expresión de un terruño y de una bodega que sabe honrar la tradición mientras innova, ofreciendo un Albariño complejo, delicado y memorable, digno de ser disfrutado con calma.