Y brindamos varias veces con G.H. Mumm, deleitándonos, primeramente, con el claro salmón rosa en vista para, después, el intenso aroma a fresa de la Pinot Noir[1], que se vigorizaba en el gusto y refrescaba la garganta, de manera, a la vez, seca, dulce y aterciopelada.
En cuanto a la institución vitivinícola, Maison Mumm, sus raíces se adentran en el siglo XII[1]. Parte de este texto también se ha editado en el sitio de Manuel, bajo el título “Fue feliz en su caminar y eso es lo importante”. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Coupé probablemente con Chardonnnay y alguna que otra variedad.
[2] Los orígenes de la actual bodega se remontan a 1827.