Zumbral

Fuente de la imagen: mvc archivo propio

En las laderas escarpadas de la Axarquía[1] nace Zumbral, un vino tierno de la Denominación de origen Málaga que encierra la esencia de la variedad Moscatel de Alejandría. Las uvas, vendimiadas a mano con esmero, se extienden sobre los paseros durante quince días, donde el sol concentra su dulzura en cada grano. Una vez alcanzado el punto óptimo de maduración, el fruto se lleva a la bodega para su prensado, dando inicio a un proceso de crianza y envejecimiento. Zumbral reposa durante dos años en trujales subterráneos, donde la tierra le confiere su carácter único. Posteriormente, se traslada a barricas centenarias de roble americano, donde permanece durante tres años, adquiriendo aromas y sabores complejos.

El resultado es un vino de color ámbar oscuro, con una nariz potente que evoca frutos secos, uvas pasificadas, tostados y miel. En boca, su dulzura no empalaga, sino que se equilibra con una acidez refrescante, creando una experiencia untuosa y sabrosa. Su final es largo y placentero, dejando un recuerdo imborrable en el paladar. Zumbral es un vino que invita a la contemplación, a disfrutar de cada sorbo y a descubrir las múltiples capas de aromas y sabores que lo componen. Tesoro de la Axarquía malagueña, es un vino que refleja la pasión y el cuidado de la Bodega Antonio Muñoz Cabrera, y que merece ser compartido y disfrutado en momentos especiales. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.

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[1] Donde el sol acaricia las viñas y el suelo de pizarra se funde con el clima cálido y seco.