Trabajaré este año el salmón, a lo marinado, junto con una ensalada de aguacates y unas limitadas entradas de productos ibéricos.
Compré el pescado de un kilo y medio, rogando a la pescadera que me lo cortara en filetes, aproximadamente quinientos gramos, procurando que no quedaran espinas.
El resto de los ingredientes ahí van: 20 gramos de sal gorda, medio limón verde, 10 gramos de azúcar, una remolacha, una pizca de jengibre confitado y un poco de aceite de oliva virgen extra.
Ligar el azúcar y la sal, esparciéndolo por los filetes que previamente se han extendido en un plato grande.
Lo dejamos aderezar durante siete horas en un sitio fresco. Una vez marinado, lavamos las tajadas en agua fría y las secamos.
Posteriormente, cortamos los filetes en gráciles laminillas y los colocamos en una fuente, adornándolo con el limón, la remolacha, el jengibre y la pizca de aceite.
Bebidas, agua y un Cune reserva de 2001. De postre, trocitos de turrón de chocolate y una mistela. Imagen incorporada posteriormente; fuente: pixabay.