Sinfonía del Enoturismo Inteligente

Fuente de la imagen: En torno al Enoturismo (M. Velasco, 2005)

El enoturismo en España ha dejado de ser una simple visita a bodegas para transformarse en un motor de desarrollo local sostenible que invita a las personas viajeras a sumergirse en la cultura del vino de forma activa y consciente. En este contexto, surge la innovadora propuesta del Ecosistema Enoturístico Colaborativo Dinámico (EECD) (Velasco et al, 2025)[1], un modelo que trasciende la suma de individualidades para constituir una red sinérgica donde cada establecimiento y profesional contribuye y se beneficia equitativamente de la actividad turística. Para articular esta unión, las fuentes sugieren la creación de un "Nexo" centralizado bajo la figura jurídica de la Agrupación de Interés Económico (AIE). Esta estructura resulta idónea por su flexibilidad y su finalidad auxiliar, ya que permite que bodegas, alojamientos, restaurantes, artesanos y guías colaboren en tareas estratégicas de promoción, marketing conjunto y gestión de reservas sin perder su identidad individual, pero mejorando significativamente sus resultados económicos y la rentabilidad del territorio. Al operar bajo este marco colaborativo, se establecen repartos claros de responsabilidades y modelos de comisiones transparentes para la venta cruzada y la creación de paquetes turísticos integrados, lo que garantiza que la cooperación sea deseable y operativamente viable, justa y sostenible para todas las partes implicadas a largo plazo.

La excelencia en este ecosistema se apoya principalmente en la integración de tecnologías avanzadas a través del denominado Smart Enotourism Hub, una plataforma unificada que permite conocer a fondo las preferencias de quienes nos visitan mediante sistemas de gestión de relaciones con la clientela (CRM) compartidos. Esta visión 360º de la persona turista facilita la creación de experiencias altamente personalizadas y dinámicas, elevando la calidad de la oferta y fomentando la fidelización en toda la ruta. No obstante, este despliegue tecnológico no ocurre de forma arbitraria; el modelo integra un marco jurídico protector que regula el uso de la Inteligencia Artificial conforme al Reglamento (UE) 2024/1689, asegurando que cualquier innovación sea fiable, ética y transparente para quienes las utilicen. Este reglamento incluso apoya a las pymes mediante espacios controlados de pruebas o sandboxes para fomentar la innovación segura. Asimismo, la protección de los datos personales, regida por la LOPDGDD y el RGPD, se convierte en el contrafuerte básico de la confianza, garantizando derechos como la portabilidad y el acceso a la información en toda la cadena de valor del ecosistema. En definitiva, la apuesta por un ecosistema colaborativo que une tradición, tecnología y seguridad jurídica es la clave para que el sector enoturístico lidere una transición hacia una economía más humana, innovadora y profundamente conectada con su entorno local

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[1] Velasco-Carretero, M., Guevara-Plaza, A., & Rossi-Jiménez, C. (2025). Marco Jurídico-Económico Adaptativo y Protector del Modelo de "Ecosistema Enoturístico Colaborativo Dinámico" (EECD). Revista Jurídica De Investigación E Innovación Educativa (REJIE Nueva Época), (33), 61–84.