domingo, 14 de septiembre de 2025

Los Cipreses Rosado

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Los Cipreses Rosado, de la bodega Huerto de la Condesa y de la Denominación de Origen Sierras de Málaga, se presenta como una propuesta sofisticada y artesanal que nace en el corazón de la Serranía de Ronda (Málaga, Spain). Este monovarietal de Garnacha al 100% es el resultado de un manejo meticuloso del viñedo, situado a 550 metros de altitud sobre suelos de naturaleza arcilloso-calcárea. La calidad del fruto se garantiza mediante una vendimia exclusivamente manual, recolectando los racimos específicamente de la cara sur de la finca para aprovechar su exposición solar óptima. El proceso de elaboración es igualmente riguroso: tras una maceración en frío de 24 horas a 4°C, se utiliza exclusivamente la técnica del sangrado del mosto, asegurando una extracción delicada y de alta pureza. Un aspecto diferenciador es su breve pero necesario paso por barrica de roble durante un mes, donde realiza una crianza sobre lías que define su carácter y le otorga esos distintivos reflejos asalmonados sobre un fondo rosa pálido. Con una graduación de 14% de alcohol y una densidad de plantación de 4.500 cepas por hectárea, este vino refleja una estructura seria y una concentración que lo aleja de los rosados más ligeros y comerciales.

En la fase sensorial, el vino destaca por una intensidad aromática notable, donde las notas tropicales de la fruta de la pasión se entrelazan armoniosamente con matices cítricos y un sutil, casi imperceptible, toque de madera que añade complejidad sin saturar. Al entrar en el paladar, se revela como un vino sabroso y sedoso, con una acidez equilibrada que aporta frescura y vivacidad. La influencia de la crianza sobre lías es evidente en su paso por boca, proporcionando una sensación de plenitud y un cuerpo bien estructurado que culmina en un final ligeramente amargo, el cual cumple la función de alargar la persistencia gustativa. Esta robustez estructural lo convierte en un aliado gastronómico excepcional; si bien es el maridaje perfecto para pescados, arroces y carnes blancas, su carácter es lo suficientemente firme como para acompañar platos de mayor contundencia, como el cordero asado. Es un rosado con alma de tinto que captura la elegancia del terruño malagueño y la versatilidad de la Garnacha bien trabajada. Es como una pintura impresionista bien ejecutada: a primera vista parece delicado y suave por sus tonos pastel, pero al acercarse se descubren pinceladas firmes y una estructura compleja que le otorgan una profundidad inesperada.