Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
En nariz, el Villazo sorprende por su mineralidad y sus delicados aromas a rosa fresca. En boca, destaca un intenso sabor a melocotón, acompañado de notas de té y sutiles toques de coco. Su acidez equilibrada le confiere una gran frescura y verticalidad, mientras que los suaves tostados aportados por la crianza en barrica completan su perfil aromático[1].
______________
[1] Parte de este texto se ha editado en el sitio de Manuel, bajo el título “Nacido en laderas escarpadas”.