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Con el típico color violeta en vista, al momento te encuentras con aroma de frutos rojos en nariz que se suavizan y equilibran sobremanera en el gusto. En cuanto a la bodega, situada en los aledaños de Ronda, es una ilusión de la familia Morales León, materializada en la “Finca Lunares”. Parte de este texto se ha editado en el sitio de Manuel, bajo el título “Ilusión hecha realidad”.